Liverpool, ni fútbol, ni ocasiones… ni nada

El partido que abría la décima jornada de la Premier citaba en St. James´Park a Newcastle y Liverpool y todos los precedentes indicaban, que el gol era el protagonista en los enfrentamientos entre estos dos equipos, a ello se añadía que los locales llevaban tres victorias consecutivas, dos en liga y la última el miércoles pasado en Capital One Cup en el Etihad Stadium, la guarida del City (cierto es que con ausencias notables en los equipos titulares). Hasta hacía bien poco se pedía la destitución del técnico Alan Pardew y gracias a esas tres victorias, el muerto parecía que había resucitado, por lo que si su equipo conseguía vencer a los reds, la recuperación se podía dar por confirmada.
El Liverpool acudía al encuentro a conseguir tres puntos que le permitieran seguir enganchado a los puestos de competiciones europeas y de paso hacer acopio de una buena dosis de moral de cara a la semana que le espera, con enfrentamientos de mucha enjundia, Real Madrid, en Champions y el sábado próximo, Chelsea en Anfield Road. Además, el italiano Balotelli había sido el autor de uno de los goles que le dieron la victoria contra el Swansea en la Capital One Cup, ¿seguiría la “racha” de Super Marío?,
El tedio, protagonista
El Newcastle salió al campo con Krul en portería, en la defensa, Dummett y Janmaat eran los laterales, con Taylor y el capitán Coloccini como centrales. En el doble pivote se situaron Colback y el joven argelino Mehdi Abeid, que hacía su debut en Premier League ante la ausencia del costamarfileño Tioté. Sissoko por delante de ellos. En los extremos el francés Obertan y el pequeño de los Ameobi y en punta Cisse, de cuya participación en este partido se dudó hasta prácticamente horas antes del comienzo.
En los visitantes no hubo grandes sorpresas en cuanto a nombres pero si en colocación de piezas sobre el césped, el habitual Mignolet como guardameta. La defensa formada por Johnson, Skrtel, Lovren y Moreno. Gerrard y Allen en labores de construcción, Henderson en esta ocasión formó una línea de tres en la izquierda junto a Sterling y Coutinho y Balotelli como hombre más adelantado.
En este partido, Rodgers ante la falta de fluidez en citas anteriores a la hora de sacar el balón jugado desde el área propia quiso solucionar el problema colocando a Allen en paralelo con el capitán Steven Gerrard por delante de la línea defensiva, contaba además con que el Newcastle es un equipo que no hace una presión excesivamente fuerte en el inicio de la jugada del contrario, la hacen cuando la pelota ha llegado al centro del campo, ahí si es muy pegajoso el conjunto de Pardew, pero arriba solo suelen presionar Cisse y Sissoko, por lo que en teoría con dos elementos (Gerrard y Allen) bastaría para llegar hasta Coutinho y Henderson.
Pero eso era la teoría, a la hora de llevarlo a la práctica el Liverpool tuvo el mismo ritmo de balón cansino, sin velocidad y sin profundidad de los partidos anteriores con lo que el Newcastle empezó a mandar en el juego y a llegar, sin demasiado peligro es cierto, más que su rival. Así en el minuto nueve se reclamó un penalty sobre Sissoko que no era. Colback y Abeid se bastaron para destruir lo que llegaba a sus dominios ayudados por Sissoko que en esta primera parte se sacrificó en tareas defensivas. Y cuando conseguían los reds superar ese triangulo, Coloccini se apañaba para que todo balón que llegase al área, le cayese a él y en ese momento no se complicaba nada la vida, pelotazo y a la grada si era menester. De cualquier forma, El capitán de los “magpies”, hizo un partido completísimo y es el jefe del vestuario sin ninguna duda.
En el minuto 23 se lesiona Obertan y entra en su lugar el joven y veloz Aarons, que se coloca en la izquierda y Ameobi pasa a la derecha del ataque. La oportunidad más clara se produjo en un corner en el minuto 36 que (como es norma de la casa) se tragó Mignolet, remató Cisse y debajo de los palos, Johnson sacó el balón. Por parte del Liverpool, otro corner que remató Skrtel fuera fue lo mas destacado en ataque, o sea, casi nada.
Krul, espectador de lujo
En el descanso, Alan Pardew sustituyó a Cisse que físicamente debido a la lesión no estaba para mucho más y dio entrada al canario fichado del Tenerife, Ayoze Perez que se colocó en el lugar de su compañero. Es decir, metió velocidad y eso en los compases finales del partido se notaría. Newcastle salió igual que se fue a los vestuarios, presionando muy fuerte en banda y en medio campo y el Liverpool desgraciadamente también, sin ritmo y sin ideas.
En el minuto 61, el arbitro perdona la expulsión a Janmaat por una alevosa entrada sobre Balotelli y en el 65, Rodgers mete en el campo a Borini para dotar de mayor poder ofensivo a su equipo y retira a Allen que no tuvo un partido destacado, ni mucho menos. Con este cambio, Henderson pasa a ocupar su lugar y el recién ingresado se coloca en la banda izquierda, aunque con el paso de los minutos, Gerrard se descolgó hacia adelante y se escalonó con este último.
Alan Pardew reacciona y saca del campo a Ameobi, muy cansado por el esfuerzo defensivo y el francés Cabella sale en su lugar, más velocidad al ataque del Newcastle. En el minuto 73 se produce la jugada clave,Sissoko se marcha por la banda izquierda del ataque y pasa al centro del área, corta Moreno pero deja la pelota muerta, Ayoze que estaba con la caña preparada no perdona y bate a Mignolet. No estuvo muy fino el defensa sevillano, le faltó contundencia.
A partir de ahí, el Liverpool se fue hacia adelante y dejó muchos espacios, por lo que la velocidad de Cabella y Ayoze hizo estragos, en un corner a favor de los visitantes, Moreno pierde la pelota y Ayoze pasa a Cabella que solo ante la portería y con Mignolet prácticamente en el suelo estrella el balón en el pie derecho del meta belga y pierde la ocasión de sentenciar. En los últimos minutos, entró Lambert y se fue Coutinho. Nada cambió, es más, en otro contragolpe Mignolet le sacó una mano abajo a Sissoko que impidió el 2-0.
Y no hubo nada más, se confirmó la recuperación del Newcastle que con la victoria se queda con trece puntos en zona tranquila de la tabla, se mereció ganar el partido, venia con la inercia vencedora de sus últimos partidos y se noto, mucho más seguro en sus acciones y en lo que hacia sobre el campo que su rival.
En cuanto al Liverpool no podemos contar ninguna novedad respecto a sus partidos precedentes, desgraciadamente no se nota ninguna mejora ni en su juego, ni en su mentalidad, muy plano, sin ritmo, sin ideas. Si las cosas siguen así, se dará por satisfecho si se clasifica para jugar en Europa el año que viene. La Champions, sería el premio gordo pero…
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