jueves, 16 de octubre de 2014

ANALISIS TACTICO BOSNIA



La derrota en casa contra Chipre y el empate contra Gales en tierras británicas, colocaban a la selección de Susic en una delicada posición en la tabla. Una situación complicada más bien por el contexto que por las posibilidades de clasificación reales. Bosnia llega tras haber obtenido la clasificación para un Mundial de fútbol por primera vez en su historia. Aunque se esperaba algo más de los balcánicos en Brasil, su papel ya lo habían cumplido. Ahora la exigencia es mayor. El nuevo formato de clasificación para la Eurocopa de Francia favorece a las selecciones que antes no tenían casi ninguna posibilidad de estar en la fase final y, de esta forma, también a los gigantes que presentan alguna racha negativa, ya que presentan un gran margen para solucionar lo que años atrás hubiera sido una situación complicada. El contexto invita al pesimismo, pero la situación presenta muchas posibilidades de poder subsanarse.
El azar ha querido juntar en un mismo grupo a dos de las selecciones más emergentes del viejo continente. Además de la ya mencionada selección bosnia, podemos encontrarnos con los ya confirmados belgas. La Bélgica de Wilmots es la principal opositora a la primera posición de grupo, aunque actualmente marche tercera ya que le falta un encuentro por disputar con respecto a los demás integrantes del grupo. Los Hazard, De Bruyne y compañía comenzaron su andadura en la fase de clasificación goleando a una débil Andorra, por lo que una segunda victoria los relanzaría hasta las primeras posiciones de grupo. El enfrentamiento entre ambas selecciones es uno de los más interesantes que se pueden ver en el panorama europeo, por las grandes promesas y confirmaciones que presentan ambos planteles.
Safet Susic puso en liza el mejor once posible con el que cuenta actualmente. Begovic, Pjanic y Dzeko forman la columna vertebral del conjunto balcánico. Junto a estos, la línea defensiva estuvo formada por dos laterales muy ofensivos, Mujdza y Lulic, y por dos centrales que defienden bien la posición, Hadzic y Sunjic. Los defensores de los costados fueron unas de las claves ofensivas del encuentro para los de Susic. Mujdza gozó de más protagonismo que el del Lazio, pese a que Lulic posee un perfil más cercano a un carrilero que a un lateral. Mujdza aportó mucha profundidad por el flanco derecho, donde se asoció con los centrocampistas que caían constantemente al costado. Defensivamente ambos laterales preferían salir a la anticipación en vez de defender en el sitio. Mujdza presentó bastantes dificultades para defender a Hazard cuando Pjanic no le prestaba la ayuda para realizar la superioridad defensiva.
Once Bosnia -Bélgica (Vía sharemytactics.com)
Once Bosnia -Bélgica
Besic y Medunjanin formaron pareja en la medular. Ambos poseen un perfil bastante defensivo y, de hecho actuaron como pivotes al uso, pero su gran capacidad creativa y clarividencia en el pase al espacio favorecieron las salidas rápidas de su equipo. Besic realizó un gran trabajo defensivo. De los dos pivotes, el del Everton fue el que más trabajó en defensa. Pese a su juventud, gestiona perfectamente sus movimientos en situaciones clave del encuentro. Muchas veces fue encarado en superiodidad por el rival en salida a la contra. Resolvió bien aguantando las carreras de jugadores muy rápidos como Origi y Hazard y evitando que llegaran con espacios a las cercanías del área de Begovic. El del Deportivo de la Coruña se incorporaba más regularmente que su homólogo. Su buen toque con la zurda le posibilitaba organizar bien el juego de su equipo desde el centro. También gozó de gran importancia en los balones parados, casi siempre botados por él.
Pjanic fue ubicado, desde el inicio y sobre el papel, en una posición bastante escorada a la banda derecha. Desde ahí, el centrocampista de la Roma ayudaba a su lateral en las acciones ofensivas del rival y progresaba pegado a la cal cuando iniciaba la progresión ofensiva su propio equipo. Una vez en campo rival y en plena fase ofensiva, Pjanic se vencía constantemente al medio, pasando a ocupar la posición de enganche más que de volante por la derecha. Su tendencia interior se entiende observando su buen hacer por dentro, donde su influencia en el juego aumenta con su interiorización. El mejor jugador de los bosnios gozó de una importante libertad en el campo contrario. Dicha libertad desembocó en una gran movilidad por todo el flanco atacante que fue clave en las jugadas ofensivas, sobre todo en el gol de Dzeko. Pjanic llegó por la banda contraria a su ubicación y aprovechó el buen desmarque de Dzeko para ceder el balón hacia atrás y que el ariete del Manchester City perforara la meta de Courtois sin compasión.
Disputa de un balón entre Hazard y Besic
Disputa de un balón entre Hazard y Besic
Wilmots sacó su once de gala para enfrentarse a uno de los rivales más fuertes del grupo. La defensa contó con todos los jugadores habituales como son Alderweireld, Kompany, Lombaerts y Vertonghen. En el mediocentro Defour actuó como mediocentro posicional, siempre escoltado por dos interiores: De Bruyne y Nainggolan. El del Wolfsburgo disfrutó de mucha libertad atacante, con capacidad para caer a las bandas de forma constante y de llegar a las inmediaciones del área desde segunda línea. Por otro lado, Nainggolan presentó un rol mucho más defensivo. Ayudó al del Porto en labores defensivas y se incorporaba al ataque desde segunda línea, en un despliegue físico ya habitual en el jugador de la Roma. La baja de Mirallas provocó la titularidad de Origi.
El del Lille se posicionaba pegado a la banda derecha en repliegue, formando un claro 4-5-1. Esa posición retrasada y pegada a la banda le posibilitaba partir desde más atrás y explotar su gran velocidad en carrera. El esquema en ataque renunciaba a la posición de mediapunta, aunque la realización propusiera a Hazard como enganche. Si es cierto que, por momentos, el astro del Chelsea se vencía hacia el interior y penetraba en la defensa rival mediante sus agresivas conducciones y potencia en carrera. Pese a esto, su demarcación habitual fue cerca de la banda izquierda para poder aprovechar su conducción mediante las diagonales interiores. Lukaku realizó la labor de nueve. Trabajó mucho entre los centrales para crear espacios a los jugadores que llegaban desde segunda línea. Además, también se vencía al medio para aprovechar su potencia en carrera. No era extraño verlo escorado a las bandas y que su posición fuera ocupada por Origi.
Las llegadas constantes de los laterales en ataque fueron uno de los principales recursos de los belgas en ataque. Vertonghen era menos tímido que su homólogo en la banda contraria a la hora de proyectarse al ataque. Sus buenos centros provocaban la entrada de los jugadores de segunda línea desde atrás. Pese a eso, el juego de los de Wilmots se redujo a esperar a los bosnios ordenados en su campo y salir rápido aprovechando la gran velocidad de sus jugadores de banda. El perfil ofensivo de sus dos laterales se convertía en una buena manera de aprovechar el espacio a la espalda que dejaban Mujdza y Lulic en subida. Precisamente en una proyección de Alderweireld por banda, benficiándose de la subida de Lulic, provocó el espacio suficiente para que el ex jugador del Atlético pusiera un gran balón hacia atrás, con toda la defensa metida dentro del área. Nainggolan llegó desde atrás y golpeó el balón con tanta virulencia que fue imposible de atajar por Begovic. El empate no beneficia a Bosnia y mantiene en una situación bastante positiva a los belgas.

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