jueves, 9 de octubre de 2014

El PSG no levanta cabeza frente un gran Mónaco

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Finalizó la novena jornada de la Ligue 1 con el enfrentamiento estelar del fin de semana, no por resultados (esta temporada ninguno de ellos está dando el nivel esperado), sino por presupuestos. El Paris Saint-Germain llegaba al partido después de empatar en Toulouse y ganar al Barcelona en el Parc des princes, dejando buenas sensaciones en París. El AS Mónaco venía desde la fría Rusia, tras conseguir un buen empate frente al Zenit, y perder ante el Niza en Mónaco, dejando muy lejos el nível que se espera de ellos, aunque es entendible debido a la marcha de sus dos mayores activos, como lo son Falcao y James. Los parisiens salieron de partida con una táctica poco común, con Sirigu bajo palos como siempre, Van der Wiel y Maxwell como laterales y Camara y David Luiz en el eje defensivo.
El medio campo lo ocuparon Thiago Motta, Verratti y Matuidi, con el italiano y el francés en tareas ofensivas y el italo-brasileño ocupándose de la defensa. Las alas las ocuparon Pastore y Moura, con Cavani por el centro buscando el apoyo por las bandas. El equipo de Jardim salió conSubašić en el arco, Fabinho y Kurzawa en los laterales y Carvalho y Raggi en la defensa. Moutinho ocupó el centro del campo junto con Bakayoko y K. Los extremos estuvieron cubiertos por Ocampos y Dirar, con Ferreira-Carrasco como referencia ofensiva.

Primera parte sin dominio claro

El equipo de Blanc salió con la intención de dominar el encuentro, en la primera mitad se hicieron con la posesión del balón durante gran parte del periodo, pero las ocasiones llegaron de la mano de los rojiblancos que, mediante rápidos ataques, llegaron a los dominios de Sirigu de manera más peligrosa que los parisinos en toda la primera mitad. Pero el PSG demuestra siempre que, aunque jugando mal, no suele tener muchos problemas, debido a que tiene excelentes jugadores que sacan las castañas del fuego cuando el partido se pone cuesta arriba.
Jugadores jóvenes que prometen mucho, como Verratti, o futbolistas curtidos en mil batallas, como Motta, así como velocidad por parte de Lucas o la imaginación y el olfato goleador de Pastore y Cavani, son todos los recursos que posee el equipo parisino para reponerse en los momentos en los que la lucidez se ausenta de su juego. Esta vez fue el guardameta italiano el que tuvo que sacar las castañas del fuego, evitando en varias ocasiones el gol del Mónaco, que estuvo bien colocado en defensa y muy activo en ataque durante todo el primer periodo, con llegadas peligrosas desde las bandas y sólido ante las ráfagas propiciadas por el tremendo (ayer no tanto) ataque parisino. El larguero y Sirigu evitaron que el Mónaco se fuese al descanso con ventaja.
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Onces del encuentro

Blanc hizo algo bien, aunque sirvió de poco

Todo llega, y jugando en casa con una de las mejores plantillas de Europa sería un delito dejar el marcador sin estrenar. Blanc metió velocidad en la segunda mitad con Bahebeck, en detrimento de Verratti, para buscar huecos en la defensa de los de rojo y blanco. Parece ser que fue de los pocos aciertos del técnico, ya que se equivocó por completo en el planteamiento del encuentro. El joven francés lo intentó durante los 45 minutos que estuvo sobre el terreno de juego, y suya fue la jugada del gol parisino, en una sublime conexión con Lucas Moura que este se encargó de transformar a placer frente a Subašić,ya vendido. Pero ante todo pronóstico, el Mónaco no se vino abajo, sino que fue el PSG el que lo hizo, sufriendo en los últimos minutos del encuentro hasta que, a unos instantes del final del partido, Martial, que había salido en el segundo periodo para ayudar en ataque, transformó el gol del empate, que deja al París a 7 puntos de la cabeza, empatado con Lille y Nantes, y al Mónaco en el 13º lugar, a 4 puntos de los parisinos.
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Así acabaron ambos el partido

La victoria en Champions para consolarse esta semana

El conjunto parisino arrastra una serie de malos resultados a los que no nos tiene acostumbrados los últimos años, falta convicción en el juego, aunque se haya tirado de casta para sacar adelante partidos como el de Champions frente al Barcelona (el cual ganaron 3-2), no demuestra estar en condiciones de revalidar el título que, por el momento, tiene al Olympique de Marsella en su máximo candidato, gracias a un juego impecable conseguido en gran parte gracias a Bielsa. Les parisiens han perdido puntos frente a equipos a los que, a priori, deberían ganar sin tanta dificultad, como el Evian, el Toulouse o el Stade Reims, por lo que preocupa la fiabilidad a domicilio que demostraron la pasada temporada.
Por su parte, el equipo del principado empezó en una forma muy baja, tras la pérdida de sus principales estrellas, James y Falcao, y había sido Moutinho el que había empezado a tirar del carro. En los últimos duelos parece que está remontando y comenzando a jugar mejor, aunque las derrotas contra equipos como Niza o Lorient en el Stade Louis II son preocupantes. De todos modos, el empate frente al Zenit en Rusia o el PSG en París ayudan a los rojiblancos a no perder la esperanza ante la dura temporada que les espera.

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