miércoles, 21 de mayo de 2014



Liverpool: Rodgers y un juego colectivo

  

Rodgers el día de su presentación con los Reds

  La nueva función de Gerrard, la complementación entre Suárez y Sturridge. Las rupturas de Sterling y Coutinho. Los apoyos de Allen y Henderson. Liverpool vuelve a ser en la Premier.




La última vez que el Liverpool consiguió una liga, la Federación inglesa de fútbol aún no había modificado el nombre de la competencia a Premier League. Fue exactamente hace 24 años, en 1990, cuando los Reds obtuvieron el título, y el certamen modificó su categoría para la temporada 1991/92. Pasó casi un cuarto de siglo sin que el club se consagre, más allá de obtener copas de la liga o internacionales.
Ahora bien, luego de mucho tiempo, y después de varias temporadas en las cuales el equipo no consiguió siquiera asomar en las primeras planas, la actual edición del torneo inglés parecía ser la mayor oportunidad. En el tramo final de la competencia, en la muy difícil y peleada Premier, el Liverpool se encuentró a muy pocas unidades del liderazgo.
En esta ocasión, las sensaciones que dejan las formas en el juego del Liverpool arrojan que en la presente temporada sí parecía ser candidato a ganar ese torneo que hace tiempo se le niega y solo un pequeña relajación al final, unida al oportunismo de los citizens de Pellegrini, han impedido conseguir la ansiedad liga. Bajo el mando de Brendan Rodgers, y un conjunto de variantes tácticas que el entrenador viene imponiendo hace más de un año, el conjunto de la ciudad de los Beatles esta vez pensaba en grande.
Atrás parecen haber quedado esas temporadas en las que el club no clasificó a una copa europea. Su última participación en Champions League fue en la campaña 2009-10, y a comienzos del pasado año fue eliminado de la Europa League en una de las eliminatorias cuando todavía la competición ni se acercaba a instancias finales.
El actual entrenador, el galés Rodgers, puso fin a dos mandatos anteriores desde el banco que hicieron que el nivel del equipo fuera muy bajo. Después de los seis años en los que Rafael Benítez llegó a ser el símbolo de una era y uno de los máximos referentes del club, desde 2004 a 2010, los entrenadores que le siguieron lejos estuvieron de continuar por la misma senda. De hecho, el último director técnico que llevó a los Reds a jugar en el Viejo Continente el torneo más importante a nivel clubes fue el propio Benítez.
Posteriormente a Rafa, contrataron a Roy Hodgson, el hoy entrenador de la selección inglesa. Su período duró tan solo un año, con una crisis de juego de la que no pudo salir, y se vio obligado a renunciar. Un histórico del club como Kenny Dalglish fue el siguiente, pero después de un muy buen arranque y de ganar varios partidos en la primera vuelta, se desmoronó en la segunda parte. Tras los malos resultados, también se fue. Ambos estuvieron en el mando solamente una temporada, comprendiendo desde 2010 a 2012.
El turno, luego de dos directores técnicos que tienen gran reconocimiento en tierras británicas, fue de Rodgers. Brendan se encontraba dirigiendo a un Swansea en pleno ascenso, siguiendo los pasos de lo que había dejado en los Cisnes el español Roberto Martínez. Ese equipo, que aún hoy mantiene la filosofía del buen juego, se destacaba por la posesión de balón, las intenciones ofensivas, un mediocampo de mucho control y juego, con la dinámica que de tres cuartos de cancha en adelante aportaban los jugadores de calidad de los que disponía.
Al tener en cuenta el modelo, los dirigentes de Anfield no tuvieron dudas y fueron a buscar al entrenador, que se mudó de tierras galesas a inglesas y se hizo cargo del que es, hasta aquí, el mayor desafío en su carrera. Por ahora, no le están yendo mal las cosas, dado que con diferentes matices, lo que intenta desarrollar en Liverpool es similar a lo que buscó hacer en Swansea. En esta ocasión, incluso con jugadores de mayor calidad y jerarquía.
Consigo desde su club anterior se llevó a Joe Allen, un mediocentro de categoría para el primer pase y la distribución. De todas maneras, por el momento no lo utiliza en esa posición, sino que lo coloca más bien de interior. Y al tener en cuenta esa variante, el cambio en el centro del campo es más significativo.
En la actual temporada, la segunda desde que llegó a Liverpool, Rodgers ubica a Steven Gerrard de MC, una función en la que nunca se desempeñó. De hecho, sus virtudes son más ofensivas que defensivas, pero de ninguna manera su nuevo lugar le saca calidad a su ataque. Por el contrario, en esa zona es clave para el equipo, mueve los hilos desde una posición más retrasada en la que consigue jugar sin la presión adversaria.
Un aspecto en el que es muy importante es la forma de salir. Los Reds utilizan la salida lavolpiana, con el gran capitán ubicándose entre los centrales para ser eficiente en el primer pase. Después de muchos partidos de prueba, el movimiento desde el fondo se observa claramente y es muy estético. Igualmente, a diferencia de la mayoría de los equipos que utilizan esta premisa, cuando el conjunto de Brendan pasa la mitad de la cancha, agrega verticalidad y dinamismo. No es un conjunto de buscar mucha elaboración en sus jugadas, ni de hacer la pausa.

Salida con Gerrard entre los centrales
Con Steven de MC, tampoco se resiente el juego ofensivo. Al tiempo que la pelota avanza, Gerrard lo hace con ella, dado que los interiores le cubren la espalda en un movimiento por demás sincronizado colectivamente. Así, el ‘8’ puede ser también el mediapunta, según la fase del encuentro o el momento. En este punto, la variante del DT ha sido un éxito, y se refleja con contundencia.
Tanto Allen como Lucas o Henderson, que suelen formar el rombo en la medular, como interiores, son receptores de su pase para trascender con la pelota, o cubren el vacío que el capitán deja cuando avanza unos metros. De este modo, cualquier jugador de la mitad de cancha puede cumplir cualquiera de esas funciones; conjugan la coordinación colectiva para la recuperación, y son la base de la organización y el juego.
La rotación en el centro del campo hace que Gerrard pueda subir hasta tres cuartos, por el centro, dadas las características de los mediapuntas que Rodgers alinea. Sterling o Coutinho. Ambos realizan rupturas extraordinarias a espaldas de la defensa rival cuando caen a banda, e incluso el brasileño ha sido fundamental en los partidos que fue generador. Hubo encuentros en donde todo pasó por él, siendo el centro del juego.

Coutinho con numerosas opciones de pase
En los metros finales se ve la que fue quizá la mayor de las transformaciones, a razón de suspensiones y lesiones. Primeramente, el uruguayo Luis Suárez no pudo disputar las cinco fechas de arranque por la inhabilitación que acarreaba tras morder a Ivanovic. En ese momento, fue Daniel Sturridge el centro delantero, y respondió con creces con Sterling y Couto a sus costados, al punto de acumular varios goles y ser pieza fundamental en ataque.
Con la vuelta de Suárez, Rodgers no quiso resignarse a uno de ellos, y optó por juntarlos. Al charrúa y al moreno inglés. Entre los dos, formaron una gran dupla, con el cambio de lugar que no supuso un problema para el ex Ajax. Recostándose sobre los costados para dejar el centro del área a Sturridge, y jugando de forma excelsa entre líneas, Suárez sigue siendo el goleador y la gran figura del equipo. Las cifras alcanzan para demostrarlo: dio cinco jornadas de ventaja, e igual es el máximo artillero de la Premier League. Su compañero de ataque no se queda atrás y también suma una gran cantidad de tantos.

Suárez es tan o más importante que antes
El poderío ofensivo del Liverpool es enorme. Es el conjunto más goleador de la liga inglesa. Los problemas que ha tenido Rodgers,  es el retroceso. Al juntar a casi todos los hombres eléctricos con los que cuenta de mitad de cancha en adelante, la transición defensiva es ineficaz ante una mínima pérdida. Y Liverpool ha sufrido varios goles así, además de sufrir acciones a balón parado, sin tomar correctamente las marcas.
Los Reds todavía no han conseguido el título pero apuestan fuerte con un Rodgers que cada vez afina más en su juego de salón. Volvió nuevamente a la Champions League, pero seguro que no se quedarán con ello y, el año que viene estarán listos para pelear por ese título que no obtienen desde el comienzo de la última década del siglo anterior. Mucho tiempo para un grande que hoy quiere volver a ser.

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